Desde el jardín ya se ven
color rosa propias de edén,
fuertes y alegres en la maleza:
sobreviviendo, resistiendo.
Extranjeras, ellas te esperan
adornando la monotonía
propia de la rutina,
ya serán tu compañía.
Elegantes ya se elevan
distantes pero tan cerca,
una tarde te desvelan
o te arropan en colmena.
Intactas no son eternas,
plebiscitos de calor
no las olvides nunca,
sin darte cuenta ahí van a estar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
je, no me pongo celoso...pasá seguido por mi blog igual...
ResponderEliminarEl problema es cuando vos te enamorás en 5 minutos y ellas no se enamorarían ni en toda una vida de uno...